29 oct 2010

Baile tradicional de la Comunidad de Madrid ¿o popular? ¿o histórico? ¿o identitario? Una visión actual

i encuentro federación madrileña de folclore En el I ENCUENTRO DE MÚSICA Y BAILE TRADICIONAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID se trató este interesante tema. La mesa redonda giró en torno al sentido en la Comunidad de Madrid del baile tradicional. ¿Qué se puede entender por baile tradicional hoy en día? No se llegó a conclusiones aunque sí que se expusieron puntos de vista muy variados no necesariamente compartidos por todos los asistentes. Primero se trató sobre la conveniencia o no de actualizar el baile a las circunstancias actuales. El primer ponente defendía el introducir pequeñas modificaciones siempre y cuando no se alterara la esencia del baile. Justificó en su ponencia que el baile es algo vivo que ha ido variando a lo largo de la historia y no hay por qué poner fin hoy a esta evolución. El segundo ponente explicó desde su experiencia lo que ha constituido la historia de la escuela bolera en Madrid y en el resto del mundo. Una escuela que tiene bien documentados sus bailes desde finales del siglo XVIII. Y defendió que el origen de los bailes goyescos se encuentra en la escuela bolera. La tercera ponente se centró en el rescate de la tradición de los bailes populares en los pueblos de la Comunidad de Madrid. El objetivo de su asociación es el reproducir lo más fielmente posible lo que se ha rescatado evitando introducir ningún cambio. Más tarde, en el debate posterior, llegó a definir la asociación como un museo vivo donde se puedan salvaguardar unas formas de baile hoy prácticamente desaparecidas. Finalmente la cuarta ponente hizo un repaso de los bailes de influencia europea que fueron populares en Madrid durante el siglo XIX y buena parte del XX: mazurcas, valses, polkas, schottisch, que en Madrid capital derivó en chotis… Y dejó una pregunta abierta al público sobre si estos bailes se pueden considerar tradicionales en la Comunidad de Madrid.

En el turno de preguntas el primero en realizarlas constató el gran alejamiento que veía en la música y bailes tradicionales con respecto al público. Desde su punto de vista debería haber un verdadero cambio para que llegaran al gran público. A esta observación se le contestó que efectivamente sería muy conveniente que así se hiciera y el camino está abierto para que cada cual innove como desee, pero que deben también existir grupos que conserven los bailes tradicionales tal como los conocemos. Otro asistente del público matizó que se debería distinguir entre popular y tradicional. Que no tienen por qué coincidir. Para él la definición de tradicional es aquello de toda la vida pero sin la necesidad de tener que resignarse al papel de museo viviente, quiere una tradición viva abierta a nuestro tiempo. El debate continuó por estos derroteros durante unos pocos minutos más antes de darlo por finalizado, por falta de tiempo, no por haber agotado los temas abiertos.

Lo primero que cabe constatar de esta mesa redonda es que los ponentes representan a grupos que exhiben unos bailes, no los bailan. Son grupos escénicos que presentan unas formas de bailar a un público más o menos receptivo. Por poner un ejemplo, el encuentro incluía una parte lúdica al final en la que quien quisiera podría bailar, sin embargo, apenas se bailaron 15 minutos y sólo lo hizo un pequeño grupo de asistentes. Entonces, en dónde se baila, el qué y quiénes lo hacen en la Comunidad de Madrid. ¿Cuáles de esos bailes se podrían definir como tradicionales de la Comunidad de Madrid?

En una ciudad cosmopolita y grande como Madrid y su región metropolitana, se baila de todo y en muchos sitios. ¿Cuáles serán los que pervivirán o se modificarán para llegar a ser considerados como tradicionales? Nadie lo sabe pero seguro que ya están preparándose los sustitutos a los bailes antiguos. Porque acaso ¿hay algún sitio desconocido en Madrid dónde todavía se bailen bailes antiguos? Bueno sí, todavía existe la tradición de los bailes al son de la música de organillo en algunas fiestas y algunos centros donde se bailan chotis, pasodobles, mazurcas… Por otra parte los bailes de salón que se bailaban en el siglo XIX se siguen bailando en algunas salas donde se intercalan con los tipos de bailes surgidos en el siglo XX provenientes principalmente de EEUU. Los bailes de origen latinoamericano tienen muchos seguidores y se bailan en muchos sitios. La salsa y el tango, en concreto, se bailan en numerosas salas. Pero en los pueblos ya no se baila apenas, sólo han quedado los pasodobles, los valses y unos cuantos grupos que escenifican los “bailes tradicionales” de su comarca en las fiestas patronales.

De todos los bailes que se bailan o se han bailado alguna vez ¿cuáles son tradicionales de la Comunidad de Madrid?

Existe bastante consenso en considerar al chotis y algunos bailes populares de los pueblos de la Comunidad de Madrid como tradicionales. ¿Qué es lo que los hace tradicionales?, ¿su antigüedad? El primer chotis conocido se bailó en 1850, los bailes goyescos como su nombre indica como mucho a principios del XIX y las primeras jotas probablemente en el XVIII. No son más antiguos que muchos de los citados hasta ahora. ¿Su origen? El chotis proviene del schottisch (que se pronuncia parecido y significa ‘escocés’), un baile de las cortes europeas de principios del XIX que se expandió rápidamente por toda Europa y sus colonias y que es considerado tradicional en muchos lugares del mundo. La jota no tiene un origen muy claro, bien podría provenir de fuera de la península, sólo se sabe que se extiende rápidamente en el siglo XIX por toda ella. ¿El carácter popular? Cualquiera que conozca Madrid y su entorno y le guste bailar difícilmente puede pensar que se bailan más que los demás ni siquiera entre las clases populares. Más bien pensaría que están prácticamente extinguidos. Y probablemente nunca fueron en general más populares que otros bailes exceptuando algunos núcleos de población muy concretos (pueblos o barrios).  Quizás lo que les ha conferido a estos bailes el carácter de tradicional poco discutido es el que se pueden distinguir claramente de las variantes de otras regiones. El chotis es tan diferente al resto de schottisch europeos que poca gente es capaz de encontrar el parecido. Las jotas se adaptaron tan bien a la península que no hay nada igual en el resto de Europa y las de Madrid tienen unas características especiales que las permite distinguir del resto de la Península. Los bailes goyescos han surgido para aprovecharse de los supuestos gloriosos acontecimientos del 2 de mayo en Madrid y la imagen internacional de Goya. Bien es verdad que entre los bailes populares de los pueblos de la Comunidad de Madrid hay algunos cuya antigüedad se remonta a épocas anteriores pero no se sabe bien desde cuándo por falta de información adecuada y sobre todo lo que se desconoce por completo es su forma de bailar en aquellas épocas.

¿Los demás bailes no son tradicionales? Depende de la definición de tradicionales. Pero independientemente de la definición lo importante es el sentimiento de los habitantes de una determinada región con respecto a sus bailes. En cada región parecen utilizar criterios distintos para definir los bailes tradicionales. No se utilizan criterios rigurosos. Influye mucho su historia, su carácter y el sentimiento de los habitantes de la región. En Madrid como en otras regiones del mundo parece haberse inclinado hasta ahora por el matiz de diferente frente al resto, para poder utilizarse como seña de identidad. Tradicional en Madrid es sinónimo de diferente.

En el baile se refleja la evolución de las sociedades y la forma de relacionarse de sus componentes. Los bailes de grupos o de corros en los que participan varias personas de una comunidad han desaparecido prácticamente de la Comunidad de Madrid. Fueron sustituidos siglos atrás por los bailes de parejas, unidad nuclear de las sociedades. Actualmente estamos asistiendo a una progresiva sustitución por bailes individuales. Casi todos los nuevos bailes que surgen están dirigidos a bailarse individualmente. De hecho los bailes de pareja, que todavía tienen su hueco en la Comunidad de Madrid, están recibiendo la influencia individualista. Las parejas cada vez se miran menos a los ojos y apenas se comunican. Con diferencia, los sitios donde más se baila son las discotecas con música para bailar sueltos. Existen muchos tipos distintos de música para bailar de forma individual con miles de seguidores cada uno.

¿Quiere decir esto que está todo perdido? ¿qué la historia sigue su curso imparable? No tiene porqué, en otras regiones se ha recuperado con éxito el gusto por bailar músicas basadas en ritmos tradicionales y se ha empezado  a componer nuevas músicas para jóvenes deseosos de bailarlas. Músicas que se pueden bailar sueltos, en parejas o en grupos dependiendo del gusto de cada uno y de las características de las circunstancias en que se baile. En la península, por citar algunos ejemplos cercanos, Cataluña, País Vasco, Galicia, Andalucía, … están consiguiendo que un buen número de jóvenes se interesen por estas músicas. Todavía están bastante apegados al pasado pero ya se empiezan a ver atisbos de renovación de repertorios. En Francia, existen salas por todo el país donde se pueden bailar bailes tradicionales. Tienen un impresionante calendario de fiestas y festivales dedicados sólo a bailar y existen cientos de grupos que componen músicas nuevas para bailar basadas en ritmos tradicionales. En Portugal se está produciendo un fenómeno parecido, ya tienen una red de festivales dedicados a los bailes tradicionales con miles de seguidores jóvenes. Y han surgido multitud de grupos jóvenes que componen músicas para ser bailadas.

La Comunidad de Madrid tiene el inconveniente de ser una unidad política de creación relativamente reciente aunque no así el territorio, que alberga como el resto de la Península unas circunstancias específicas que han modelado su carácter y sus bailes. Por otra parte, ha recibido la inmigración de millones de personas de otras culturas con sus bailes y tradiciones. Hay castellanos, manchegos, catalanes, gallegos, vascos, andaluces, extremeños,… Hay marroquíes, ecuatorianos, rumanos, búlgaros, paquistaníes…. Todo esto puede constituir un increíble caldo de cultivo para nuevas tradiciones si conseguimos recuperar el gusto por bailar distintos tipos de músicas y se proporcionan las circunstancias apropiadas.

Un residente en Madrid que ama el baile y además de bailar forma parte de un grupo de baile tradicional madrileño.


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